Sánchez acepta negociar los ministerios con Iglesias pero exigirá un compromiso previo de programa

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez @Getty
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez no aceptará los nombres que le dé Pablo Iglesias como futuros ministros. Sí aceptará negociar las personas y los cargos concretos. Pero, a cambio, el PSOE exigirá una condición previa a Podemos: que haya un pacto mínimo de Gobierno, un acuerdo que limite parte de las exigencias de la formación morada ante la evidencia de que si los postulados socialistas son perfectamente calificables como saqueo fiscal y descontrol del gasto, los de Podemos son directamente inadmisibles por Bruselas.

El PSOE y Podemos acercan posturas. Pablo Iglesias renuncia a formar parte en primera persona del Consejo de Ministros de un futuro Gobierno de coalición con los socialistas. Y Sánchez, por su parte, acepta negociar ministerios con Iglesias: no quiere imposiciones de Podemos, pero sí escuchará las propuestas y decidirá el equipo tras oír los nombres y carteras. Pero todo eso tendrá una primera exigencia: un pacto de programa. Después ya vendrá la negociación del Gobierno.

«España necesita ya un Gobierno de coalición de izquierdas que asuma que los derechos sociales tienen que ser el eje de Gobierno”, ha afirmado el propio Iglesias. Y el PSOE le ha cogido por la mano.

La portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, ha abierto la puerta a que ocupen cargos de ministro personas destacadas del partido morado como la portavoz parlamentaria, Irene Montero, o el secretario de Acción Política, Pablo Echenique. Pero el precio de todo ello será una moderación del programa de Podemos para evitar sustos en Bruselas o polémicas en materias diarias relacionadas, por ejemplo, con desahucios o cuestiones de orden público.

Un documento para toda la legislatura

Por eso el equipo presidencial exigirá previamente un compromiso de programa de Gobierno a los podemitas: un documento donde quede reflejado el plan de acción para toda la legislatura con el objetivo de evitar una subasta populista a medida que avance el mandato.

El Ejecutivo no va a favorecer bajo ningún argumento que los hombres de Iglesias le revienten desde dentro el Gobierno y la legislatura. Pedro Sánchez tiene claro que el mandato será del PSOE y quiere dejar claro que el Consejo de Ministros es un órgano colegiado donde, además, debe primar la discreción.

Las cuestiones que más preocupan a los socialistas del programa de Podemos son las económicas. La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ya ha tenido referencias a Podemos a lo largo del último mandato. Mensajes en los que ha tenido que recordar a los hombres de Iglesias que los compromisos de déficit con Europa no son negociables, salvo con la propia Comisión Europea.

La marcha de la economía y las cuentas de España han llevado ya a Bruselas a recordar que la economía nacional está necesitada de un recorte adicional de casi 15.000 millones de euros. Y si Podemos se convierte en un problema para ese objetivo, quien tendrá el verdadero problema será el Gobierno de Sánchez.

Cuestiones de orden público, o de tratamiento de los territorios en fase separatista también serán abordadas en esa negociación. Porque Pedro Sánchez quiere la investidura, pero no quiere sustos irreparables.

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